1ª emisión: 1930

Quinta de Goya en la Exposición de Sevilla

Tiraje: 297.000

En 1930, en España, el coste de una carta ordinaria dentro del territorio nacional era de 25 cts.

1c., 2c., 5 c., 10c. 15c., 20c. 25c., 30c., 40c., 50c. 1p., Retrato de Francisco de Goya, por Vicente López – 1 p., 4 p., 10 p. La Maja Desnuda

El sello La maja desnuda, fue la primera vez que apareció un desnudo femenino en un sello postal , con gran escándalo.​

2ª emisión: 1958

Goya, día del sello

Tiraje: 3.000.000

En 1958, en España, el coste de una carta ordinaria dentro del territorio nacional era de 1,25 pesetas.

15 c. El Quitasol – 40 c. La librera de la calle Carreta – 50 c. Duque Fernán-Nuñez – 60 c. El cacharrero – 70 c. Doña Isabel Cobos de Porcel – 80 c. Retrato de Goya – 1 p. El pelele – 1,80 p. Marianito Goya – 2 p. La vendimia – 3 p. El bebedor

Goya y su obra

Francisco José de Goya y Lucientes —nacido en Fuendetodos, un pueblito de Zaragoza, allá por el año 1746, y fallecido en el 1828, (a los 84 años de edad) en la ciudad francesa de Burdeos— Un verdadero maestro de la imagen.

Pintó más de 500 obras, entre óleos y murales, hizo cerca de 300 grabados y cientos de dibujos que, siglos después, todavía nos emocionan.

Hoy, la mayoría de sus obras están en el Museo del Prado, en Madrid, y en Zaragoza, su tierra natal. Pero no todo quedó en España: en Francia, sobre todo en el Louvre, también se pueden ver algunas de sus joyas.

«Leer más»

Viaje a Italia

Cuando tenía 24 años, Goya decidió irse por su cuenta a Italia para aprender de los grandes maestros del arte. Viajó por ciudades como Roma, Venecia y Bolonia, y allí estudió las obras de genios como Guido Reni, Rubens, Veronese y Rafael.

De ese viaje tenemos un testimonio muy valioso: un cuaderno de apuntes que hoy se conserva en el Museo del Prado. Se llama el «Cuaderno italiano» y tiene dibujos y notas que Goya hizo, repartidos en 83 hojas de papel.

En esta imagen vemos a Aníbal de pie, en una pose muy enérgica. Un ángel —o un genio— que le muestra el camino hacia Italia. Está en lo alto de unas rocas y se está levantando la visera del casco. A su lado hay un jinete con una bandera, y en el cielo aparece la figura de la Victoria, bajando en su carro.

Leer más

Técnica «Pintura mural 1772»

Después de volver de uno de sus viajes de formación en Italia, en el año 1771, a Goya le dieron un encargo muy importante: pintar al fresco la bóveda de la Basílica del Pilar, en Zaragoza. El tema que tenía que representar era la adoración del nombre de Dios.

Leer más

Cartones para tapiz (1775-1792)

Los cartones eran bocetos súper detallados, pintados a tamaño real y con todos los colores. Los usaban los tejedores como guía para hacer los tapices. Se les llama “cartones para tapices” porque, justamente, se pintaban sobre cartón —no en lienzo ni en madera— y se hacían para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.

Vamos a hablar de El quitasol, una pintura de 1777 que hoy se encuentra en el Museo del Prado. Esta obra forma parte de una serie de cartones. En concreto, El quitasol estaba pensado para decorar el comedor del infante Carlos, que por entonces era el Príncipe de Asturias.

«Leer más»

Seguimos con este otro cuadro de El cacharrero, que no es un cuadro como tal, sino también un cartón para tapiz, pintado al estilo Rococó. En primer plano vemos a un vendedor de cerámica —un cacharrero valenciano— mostrando su mercancía. Frente a él hay tres mujeres: dos más jóvenes y una anciana. Son ellas las protagonistas de la escena, ya que están bien iluminadas, mientras que el vendedor queda en la sombra.

Leer más

Este otro cartón para tapiz «La Vendimia» o «El Otoño», pintado al estilo del Romanticismo. El paisaje que vemos parece sacado de los campos de La Rioja, en España, donde son comunes estas escenas de recolección de uvas.

Leer más

Y por ultimo este otro cartón famoso «El Bebedor», también conocido como «El hombre que bebe».

Esta pintura es una de las más simpáticas y populares de Goya. Vemos a un majo —esos tipos castizos, chulapos— bebiendo de una bota al estilo catalán, como el propio Goya lo describió. A su lado, un compañero aprovecha el momento para comerse tranquilamente una cebolleta.

«Leer más»

La pradera de San Isidro

En el caso de los cartones de Goya, pasó algo curioso: los tejedores de la Real Fábrica se quejaron de él. ¿La razón? Decían que sus bocetos eran demasiado detallados, que tenía tantos detalles pequeñitos que era casi imposible convertirlo en un tapiz. (90,8×41,4)

Leer más

La década de los noventa (1790-1799)

En esa época, Goya empezó a notar que el ambiente en la corte se estaba volviendo bastante tenso, sobre todo por la creciente influencia de Manuel Godoy, el favorito de la reina María Luisa. Algunos amigos le recomendaron que se alejara un poco de la corte. Se fue durante unos meses y pasó un tiempo en Valencia y Zaragoza. Aprovechó en ese momento para dar clases

Poco a poco, empezó a pintar más por gusto que por encargo. Se centró en obras pequeñas, que le daban total libertad creativa. Y, siempre que podía, trataba de evitar compromisos, diciendo que su salud no le permitía trabajar como antes.

Cómicos ambulante. Óleo sobre hojalata 32×42 (Estilo Neoclasicismo)…

Leer más

La muerte del picador. Óleo sobre hojalata 31×43 (Estilo Neoclasicismo)…

Leer más

Retratos de Goya

A partir de 1794, Goya vuelve a hacer retratos de la nobleza madrileña y de otras personas importantes de su tiempo. Pero esta vez, con una diferencia: ya era el primer pintor de cámara, o sea, el pintor oficial del rey.

«Sebastián Martínez y Pérez», fue pintado al óleo en el año 1792.
Muestra a un amigo cercano de Goya, un hombre que además tuvo un gesto muy importante con él: lo acogió en su casa durante varios meses mientras se recuperaba de una enfermedad.

Leer más

Del Retrato de Isabel Porcel asombra el gesto de fuerte carácter, de «gallardía», en actitud «desenfadada», que hasta entonces no había aparecido en la pintura de género de retrato femenino con la excepción, quizá, del de la duquesa de Alba.

Leer más

Frescos de Goya

Los frescos que pintó Goya en la Ermita de San Antonio de la Florida, en Madrid, allá por 1797.

Pero lo que realmente llama la atención de los visitantes está en la cúpula. Ahí Goya pintó una escena muy especial: uno de los milagros de San Antonio de Padua. Según la historia, San Antonio, llega a Lisboa —su ciudad natal— para que un muerto, nada más y nada menos, testificara en un juicio y demostrara la inocencia del padre del santo, que estaba acusado de un crimen.

La cúpula, que mide unos seis metros de diámetro, no solo sorprende por su tamaño, sino también por la fuerza y el dramatismo de la escena.

Leer más

Los albores del siglo XIX (1800-1807)

En 1800 Goya recibió el encargo de pintar un gran cuadro de grupo de la familia real, que se materializó en La familia de Carlos IV.

Leer más

También retrató a Manuel Godoy, el hombre más poderoso de España tras el rey Carlos IV en estos años. Figura como un arrogante militar que descansa de la batalla en posición relajada, rodeado de caballos y con un fálico bastón de mando entre sus piernas.

Leer más

Gran popularidad tiene su Maja desnuda, en parte favorecida por la polémica generada en torno a la identidad de la bella retratada… No se trata de un desnudo mitológico, sino de una mujer real, contemporánea de Goya, e incluso en su época se le llamó «la Gitana». Se representa en La maja desnuda un cuerpo concreto inspirado, tal vez, en el de la duquesa de Alba

Pese a que pudiera ser una Venus, se trata de una mujer original y real, de carne y hueso. Mira directamente al espectador y se aprecia que no es recatada. Se acentúa con los brazos bajo la nuca y marcando con el vello púbico el centro del cuadro.

Es una de las más célebres obras de Francisco de Goya. El cuadro es una obra de encargo pintada entre 1790 y 1800. Luego formó pareja con La maja vestida, datada entre 1800 y 1808, probablemente a requerimiento de Manuel Godoy, pues consta que formaron parte de un gabinete de su casa.

«Leer más»

Que tales pinturas hayan sido posesión inicialmente de Godoy podría desvelar el enigma de quién es la retratada. Debido a la amistad, probablemente íntima, que Goya mantuvo con la decimotercera duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, de la cual hizo varios retratos, se consideró que ella era la retratada.

Leer más

En cualquier caso, las fechas y el hecho de que las obras en cuestión hayan estado inicialmente en una colección prácticamente secreta de Godoy han llevado a considerar como mucho más probable que la modelo directamente retratada fuera Pepita Tudó, la entonces amante y más tarde esposa de Godoy.

Leer más

Guerra de la Independencia (1808-1814)

Fue un conflicto bélico que se dio entre 1808 y 1814 que enfrentó a las potencias aliadas de España, Reino Unido y Portugal contra Napoleón Bonaparte. Cuya pretensión era la de instalar en el trono español a su hermano, José Bonaparte y constituir España como Estado satélite del Primer Imperio Francés.

Representa una escena del levantamiento del 2 de mayo contra los franceses, comienzo de la guerra de independencia española contra Napoleón, que había ocupado España en 1808 e iba a poner como rey a su hermano, José Bonaparte.

La carga de los mamelucos el 2 de mayo

En este cuadro, los movimientos de los caballos y de los personajes le dan un gran dinamismo, como si la acción estuviera sucediendo justo frente a nosotros.

Leer más

Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío el 3 de Mayo

Leer más

Grabados

Goya en su obra refleja el periodo histórico en que vive, particularmente la Guerra de la Independencia, de la que la serie de estampas de Los desastres de la guerra es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y compone una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.

Los desastres de la guerra. Es una serie de 82 grabados, realizada entre los años 1810 y 1815. Todas las estampas están numeradas.

  • Primera parte (estampas 1 a 47), con estampas centradas en la guerra.
  • Segunda parte (estampas 48 a 64), centrada en el hambre y la muerte.
  • Tercera parte o «Caprichos enfáticos» (estampas 65 a 82). En esta sección abunda la crítica sociopolítica y el uso de la alegoría mediante animales.

N.º 5: «Y son fieras». Una de las estampas de la serie muestra la participación valerosa de la mujer durante la guerra, incluso una de ellas sosteniendo en el otro brazo a su hijo.

Nº 62: Las camas de la muerte

N.º 74: «¡Esto es lo peor!». Un lobo escribe «Mísera humanidad la culpa es tuya.

La técnica utilizada es el aguafuerte, con alguna aportación de punta secabruñidor y aguada. Apenas usa Goya la aguatinta, que era la técnica mayoritariamente empleada, debido probablemente también a la precariedad de medios materiales con que toda la serie de los Desastres, que fue ejecutada en tiempos de guerra.

En el siguiente vídeo: Editado por Fundación Goya Aragón. Descripción: … y Grabador.

Ver Vídeo

Leer más

La restauración (1814-1819)

El periodo de la Restauración, el propio Goya se encontró en una difícil situación, por el proceso que la Inquisición inició contra él en marzo de 1815 a cuenta de La maja desnuda, que consideraba «obscena», del que el pintor se vio finalmente absuelto.

Goya seguía siendo primer pintor de cámara—, como el Retrato ecuestre de Fernando VII (llamado «El deseado» o «Rey Felón», este cuadro se encuentra en la Academia de San Fernando.

El otro gran cuadro oficial, más de cuatro metros de anchura es el de «Asamblea general de la Compañía de Filipinas» (Museo en Castres Francia). El planteamiento perspectivo y lumínico de esta obra recuerda a Rembrandt, mientras que la expresión de rostros y actitudes prefigura la obra de Toulouse-Lautrec.

Leer más

Las pinturas negras (1820-1824)

Con el nombre de Pinturas negras se conoce la serie de catorce obras murales que pintó Goya entre 1819 y 1823 con la técnica de óleo al secco sobre la superficie de revoco de la pared de la Quinta del Sordo.

La Quinta del SordoQuinta de Goya o Huerta de Goya, era el nombre de una extensa finca y casa de campo situada en una colina del antiguo término municipal de Carabanchel Bajo, a las afueras de Madrid, en la que vivió Francisco de Goya durante sus últimos años en España, antes de su exilio, y en la que se hallaban las Pinturas negras.

El aquelarre. Los personajes principales (la mujer sentada en la silla y el Cabrón) tienen el rostro oculto. Según la interpretación de Nigel Glendinning, el macho cabrío, que representa al demonio y tiene la boca abierta, estaría dirigiendo la palabra a la joven, que al parecer está siendo postulada a bruja.

Duelo a garrotazos. La interpretación tradicional del cuadro ha sido la de dos villanos luchando a bastonazos en un paraje desolado enterrados hasta las rodillas. Independientemente de que estuvieran enterrados, este tipo de duelos se producían en la época al igual que los de caballeros, solo que, a diferencia de estos, las armas eran garrotes y carecían de reglas y protocolo:

Estas obras (en total 14), las creó como decoración de los muros de su casa, llamada la Quinta del Sordo, que había adquirido en febrero de 1819. Dichos murales fueron trasladados a lienzo a partir de 1874, y actualmente se conservan en el Museo del Prado de Madrid.

Leer más

Tras legar la Quinta del Sordo a su nieto Mariano, Goya llegó a Burdeos a mediados de 1824 «…sordo, viejo, torpe, débil, sin saber una palabra de francés y sin traer un criado (que nadie más que él lo necesita), y tan contento y tan deseoso de ver mundo» pero aún con energía para marchar a París en verano (junio-julio de 1824).​ En septiembre regresó a Burdeos, donde residirá hasta su muerte.

MISELLO_Cultura